- Desde el hostel, tienes unos 300m hasta la playa de la Zurriola. La playa de la Zurriola es una de las más populares de San Sebastián, especialmente para los surfistas. Aquí puedes disfrutar del sol y del mar, practicar surf en alguna de las escuelas que hay disponibles (también alquilamos equipo en Koba Hostel), jugar al volleyball, dar un paseo por el paseo marítimo, tomar algo en los chiringuitos…
- Visita el Monte Urgull: Desde la playa de la Zurriola cruza el puente y acércate hacia el Monte Urgull. Sube a pie hasta la cima para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y del mar. Aquí se pueden visitar la Fortaleza y el Castillo de la Mota, antiguas construcciones militares que hoy albergan un pequeño museo y una exposición sobre la historia de la ciudad.
En su ladera oeste hay un pequeño bar llamado «Urgulleko Polbonina» (el Polvorín de Urgull), ideal para tomar algo con una de las vistas más mágicas de la ciudad.
- En las faldas del Monte Urgull se encuentra el Museo San Telmo, situado en la Parte Vieja de la ciudad. Este museo etnográfico e histórico cuenta con una interesante colección de objetos y obras de arte que ilustran la cultura vasca a lo largo de los siglos. La entrada es gratis los martes.
- Es hora de perderte en la Parte Vieja de la ciudad, un barrio con mucho encanto, donde puedes pasear por sus calles empedradas, descubrir sus plazas y monumentos históricos, y sobre todo, disfrutar de la gastronomía local en los bares de pintxos. Entre los lugares que no te puedes perder están la Plaza de la Constitución, la Basílica de Santa María del Coro, la iglesia de San Vicente, la calle 31 de agosto, el mercado de la Bretxa y la calle Fermín Calbetón. Además, es recomendable recorrer las estrechas calles de la zona en busca de los mejores bares de pintxos y degustar algunos de los platos más típicos de la cocina vasca.
- Puedes salir por la parte vieja pasando por el puerto donde encontrarás muchas «chipironeras» de pescadores locales y desde aquí se alcanza la Bahía de la Concha, el icono de la ciudad. Te recomendamos pasear por el famoso paseo marítimo que bordea la bahía y desde donde podrás disfrutar de las vistas panorámicas. En esta bahía se encuentran lugares emblemáticos como el ayuntamiento (antiguo casino de la ciudad), el Parque de Alderdi Eder lleno de tamarindos, el Palacio Miramar construido en 1893 por encargo de la reina María Cristina, o el Peine del Viento, la icónica escultura del escultor Eduardo Chillida que remata el paseo a la Bahía de la Concha.
- Aquí estarás bajo el Monte Igueldo, una montaña que está dominada en su cima por un curioso parque de atracciones de más de un siglo de antigüedad. Se construyó en 1912 para atraer y mantener entretenida a la aristocracia que en la época veraneaba en la ciudad. Para poder acceder al parque se construyó un funicular que hoy en día sigue en funcionamiento. Recomendamos su visita, más por sus impresionantes vistas a la bahía y la ciudad, y lo curioso de un parque tan antiguo, que por la adrenalina de sus atracciones.
- De vuelta al hostel aprovecha para pasear por el centro de la ciudad: Adéntrate por las amplias calles arboladas del área romántica, porque te sorprenderá la belleza de algunos de sus edificios y portales. Junto al río Urumea podrás disfrutar de la belleza de los edificios de estilo Belle Epoque como el Teatro Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina. Y si sigues caminando por sus calles peatonales podrás sentarte a descansar en la Plaza Gipuzkoa, un pequeño oasis de tranquilidad en el centro de la ciudad con jardines y estanques con patos. La catedral del Buen Pastor. Un edificio de estilo neogótico, que homenajea a las grandes catedrales medievales europeas. Su aguja de 75 metros sigue siendo la construcción más alta de San Sebastián.
El centro es el epicentro del shopping en Donostia, y aquí se encuentran las marcas de moda más conocidas. También encontrarás dos mercados tradicionales como el San Martin Merkatua; que aúna tradición y modernidad.
- Si cruzas el puente María Cristina y pasas la estación de trenes, llegas al barrio de Eguía. Aquí se encuentra el Parque de Cristina Enea, un oasis verde en medio de la ciudad. Los jardines fueron diseñados en 1890 por el prestigioso jardinero Pierre Ducasse, incorporando exóticos ejemplares de árboles como el ginkgo, la secuoya o el cedro del Líbano, algo poco común para la época. En la actualidad, cuenta con amplios caminos por los que pasear agradablemente, disfrutando de las amplias zonas de prado y las áreas de esparcimiento que se alternan con los bosquetes.
A orillas del río Urumea se extiende un bien conservado bosque silvestre con vegetación de ribera. En el estanque, de formas puras, los cisnes y ánades chapotean alegremente, mientras que en las inmediaciones del palacio, los pavos reales exhiben su colorido plumaje. Si el clima lo permite, lleva un picnic o compra algo de comer en alguno de los bares cercanos y disfruta de un almuerzo en la naturaleza.
- Tras un intenso día te puedes acercar al muro de Sagüés para intentar ver cómo se esconde el sol en el mar. Para nosotros es uno de los mejores sitios de donde ver el atardecer, puedes llevarte un bocadillo y algo para beber, y relajarte con el sonido del mar y el estruendo de las olas rompiendo en la roca de fondo.