RUTA DE LOS ACANTILADOS – MONTE ULIA

El camino de Ulia, conocido también como “la ruta de los acantilados”, recorre parte del recorrido del Camino de Santiago que conecta el barrio de Gros con la Bahía de Pasajes, a través de 8 kilómetros de sendero por espectaculares paisajes. Este camino se sitúa sobre uno de los acantilados más violentos y verticales de la costa vasca. La duración del paseo es de unas 3 horas aproximadamente y no presenta grandes dificultades aunque cuenta con pequeños desniveles que requiere cierta forma física.

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DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO

Tenemos que seguir la marcas rojas y blancas (GR).1
Saliendo desde el barrio de Gros, antes del final de la playa de la Zurriola, la iglesia del Corazón de María nos marca el inicio de la subida a Ulia justo en su cruce con la gasolinera. El ascenso es en un principio empinado y un poco áspero, pero la ruta alcanza pronto un camino de asfalto que llanea. Pronto llegamos a un mirador, que si la vegetación lo permite, ofrece excelentes vistas sobre la ciudad. Continuaremos el camino adentrándonos en un bosque.

Tan solo unos 200m después del mirador, encontramos un pequeño desvío a mano izquierda y tomaremos este estrecho camino dejando el camino principal sigue que su camino hacia el merendero de Ulia.

2.
Este estrecho sendero sigue su empinado camino hacia arriba, y salvando esta dura cuesta accedemos a una zona elevada y abierta zona llamada «Kutralla gaina» donde la panorámica cambia totalmente. Aquí nos asomamos a los primeros acantilados de Ulia, hogar de una gran colonia de gaviotas. Desde este punto otro camino asciende hacia la zona cimera de Ulia y su atalaya, pero nuestra ruta prosigue llaneando y asciende levemente para salvar el acantilado abrupto que cae vertiginoso al mar.

3.
Desde Kutralla continuaremos por el sendero que desciende. Tras pasar por el antiguo lavadero tomamos el cruce a la izquierda. Poco a poco el camino se convierte en una calzada de piedra que lleva al mirador que nos vuelve a ofrecer vistas hacia la punta de Monpás. Pronto el bosque se abre y avistaremos la punta de Animeta y las rocas de Atalaundi. Desde aquí los días de buena visibilidad alcanzaremos a ver no solo Biarritz sino también la costa de Las Landas. Brezos, helechos y argomas, son las plantas más habituales de la zona, salteados por ocasionales pinos y melojos, árbol este último que antiguamente cubría la mayor parte del monte.

4.
Llegados ya a la zona de Atalaundi, sobre la punta de Animeta, alcanzamos otro cruce de caminos. Desde aquí un sendero asciende hasta la cumbre de Ulia, y otro baja hacia las rocas de Atalaundi o continúa hacia la senda litoral que se acerca más al mar. Nosotros tomamos el camino que baja. Desde Aquí el camino entra en un constante sube-baja que terminará en la zona de la Casa del Emisario, donde el colector de aguas. Aquí tomamos la pista de hormigón hacia arriba y retomamos el sendero que prosigue el camino a media ladera camino a Pasajes.

5.
Antes de llegar a la zona de la bahía de Mendiola tomamos un cruce hacia la izquierda y emprendemos el descenso hacia la zona cercana a esta bahía. En Mendiola el sendero vuelve a sorprendernos con otra nueva faceta de Ulia: los caminos del agua. Aquí es complicado a veces encontrar el camino. Llega un punto en el que el camino se divide en tres, un camino que baja, otro que sube, y otro más complicado de encontrar que sigue a media ladera, que es el que deberemos te tomar. Si seguimos por aquí alcanzaremos un estrecho túnel de 200m de longitud que deberemos atravesar y después alcanzaremos varios acueductos. Estos túneles y acueductos fueron construidos en el siglo XIX para conducir el agua captada de los riachuelos y manantiales de Ulia a la ciudad.

El segundo acueducto nos lleva directamente a la zona de acantilados más impresionantes del camino. Aquí el camino discurre pegado a las verticales y espectaculares paredes de arenisca.

Poco a poco, avanzando entre helechos, enfilaremos hacia el faro de la Plata, situado sobre un impresionante acantilado casi perpendicular a una altura de 163 m sobre el nivel del mar, hasta alcanzar la explanada bajo el mismo. El nombre del faro viene precisamente del color plateado con el que se tiñen sus grandes lajas embestidas por las olas.

6.
Desde aquí la carretera de acceso al faro nos acercará a Pasaia. Tomamos la carretera y a unos 300m tomamos un camino a la izquierda que nos conduce a las escaleras de Senokozuloa que nos bajarán hasta la bocana de la bahía de Pasajes. Ulia fue antiguamente un mismo monte junto a Jaizkibel, Urgull y la isla Santa Clara que alcanzaba hasta Zumaia, y la ría de Pasaia es una de las fracturas que el agua ha horadado en esta cadena costera. Protegida por estos magníficos montes constituye un excelente fondeadero natural. Siguiendo ya a nivel del mar alcanzaremos pronto Albaola, la Factoría Marítima Vasca, en el antiguo astillero de Ondartxo, donde se construye una recreación de la nao ballenera San Juan del siglo XVI.

7.
Llegados a San Pedro nos vienen a la memoria las palabras de Víctor Hugo, plenamente vigentes hoy día para describir este lugar tan especial: “Una cortina de altas montañas verdes recortando sus cimas sobre un cielo resplandeciente; al pie de esas montañas, una fila de casas estrechamente yuxtapuestas, todas estas casas pintadas de blanco, azafrán, verde, con dos o tres pisos de grandes balcones, mil cosas flotando, ropa secándose, redes, harapos rojos, amarillos, azules; al pie de esas casas, el mar. […] Ninguna gracia le falta a esta bahía; cuando miro el horizonte que la cierra, es un lago; cuando veo la marea que sube, es el mar.” La motora nos permitirá pasar a Donibane en muy poco tiempo. Víctor Hugo llegó por casualidad a este recóndito lugar y decidió quedarse unos días. La casa en la que se alojó alberga su museo, punto donde culmina esta ruta, en un precioso paseo por el presente y por el pasado de este rincón maravilloso de la costa vasca.

Una vez finalizado el recorrido, es posible tomar una motora que cruza la bahía y visitar San Juan, un pequeño y pintoresco pueblo costero frente a San Pedro.

Para volver a Donostia, lo mejor es tomar el autobús. En la primera rotonda de San Pedro tomamos la línea E9 que nos dejará de vuelta en el barrio de Gros, donde podemos bajarnos en el mismo lugar donde comenzamos la ascensión a Ulia.

 

 

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